Octubre de 2005, el chaparrito Felipe de Jesús Calderón está en problemas, ya es candidato pero casi nadie de los ciudadanos a pié sabe quien es, solo es popular en el congreso porque algunos diputados lo conocían como “el Erizo” debido a su mal carácter, pero aún así poco se sabía de su persona, ¿De donde viene tan decidido y chueco hombrecillo? Solo algunos informados sabían algunas cosas: como muchos tecnócratas, había estudiado un posgrado en Harvard, para después integrarse a la fila azul y después de escalar varias posiciones (como buen chapulín) llegó a Banobras, y luego saltó a la Secretaría de Energía, buen currículum ¿no? , aún que todavía queda la duda de si en realidad eso es suficiente para ser presidente de la república.
Total, por dedazo elecciones se quedó con el huesote, fue electo candidato a la presidencia por el Partido Acción Nacional, el cual necesitaba seguir con la “alternancia” cueste lo que cueste.
Entradas las elecciones el chaparrito nomás no subía en las encuestas, estaba enfrentándose al peje, el cual, ya tenía una buena ventaja debido a su buena imagen como jefe desaforado de gobierno capitalino.
¿Que se necesitaba para aumentar la aceptación del chaparro candidato? A-S-E-S-O-R-E-S, sabiendo lo peligroso que sería andar descalificando y señalando, aceptó (hasta en cadena nacional), la petición de Antonio Solá (su asesor), un español famoso por la construcción de campañas controversiales, después de eso se lanzó a los madrazos mediáticos contra el AMLO, desde ese momento sospecharíamos que Calderas sería un amante de la guerra y que usaría cualquier medio para llegar a ella, el desenlace de la historia todos lo conocemos (si no lo conoces, busca en TV Guía)
Ya estamos en 2012, esta por llegar a su fin el un sexenio caracterizado por el autoritarismo al estilo Azul, y es ahora cuando la figura del candidato asesor político es más importante que nunca, lo anterior se justifica por lo siguiente:
Tachenme de pejista, me vale madre, pero AMLO es el único de los candidatos que no tiende a tener una necesidad obscena por el uso de asesores, obviamente los tiene porque dudo que sepa/pueda llevar la logística y propaganda que una campaña requiere.
Vámonos a los demás candidatos.
Enrique Peña Nieto, tan obtusos sus asesores que ni siquiera le advirtieron que necesitaría saber lo más elemental de literatura al asistir a la Feria Internacional del Libro en Guadalajara, una muestra de que fuera del ambiente estéril de amenazas que le dan las televisoras es un verdadero imbécil, según Índigo Media Vicente Fox es su asesor, eso explica tanta ineptitud desgracia.
Muchos de nosotros esperamos con verdadera emoción, el día de los debates, que por cierto solo serán dos, ¿acaso el IFE no se da cuenta más de dos debates ayudarían a mejorar la democracia mexicana? ¿Leonardo Valdés Zurita alguien del PRI te subió al trono? Ni hablar, hasta el IFE se niega a exponer al copetón ante al público, eso porque no puede llevar a sus asesores a que le soplen las respuestas, ¡¡¡Tampoco su teleprompter!!!
Josefina “Chepina” Vázquez Mota, un caso verdaderamente triste, la señora nada más está medio remontando las encuestas por que es mujer y al mexicano “moderno” le parece bien ver a una mujer de presidente, lo malo de todo es que no podemos darnos cuenta de que, en verdad, es una mujer exageradamente gris y opaca o como decimos coloquialmente: “no trae nada”, es por eso la necesidad de la doña de juntarse con una jauría de asesores que la verdad no hacen tan bien su trabajo, tan mal lo hacen que el estadio azul quedó vacío a la hora que llegó (por cierto, tarde).
¿Y como olvidar los pisos firmes que puso en su paso por SEDESOL? Ella dice que son 3 millones y su partidillo dice que solo 2 millones, carajo, ¿quien tiene el control de su campaña? Tal es el espanto de la señora que casi se nos desmaya.
Los candidatos ya son tan plásticos que necesitan rodearse de una multitud de gente medio conocedora de temas que se supone tendrían que saber ellos que serán dirigentes de una república amorosa.
Ahora ya no se mide al candidato por sus ideas, se le mide por que tan bien se ve y con quien está casado o simplemente por su género.
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